No sabía muy bien cómo empezar este post. Estos días he andado triste y sé por qué. La razón es que he sentido que las cosas no van a mejorar del todo nunca, que por más que uno se esfuerce o razone o ponga de su parte, todo va a pasar como tiene que pasar sin que uno posea demasiado poder frente a ello.
El viernes fue un día algo confuso. Nunca estuve segura de nada, pero el saber que lo mejor para los dos era dejar las cosas así, y el terminar la historia y confusión de una vez por todas, hizo que sintiera un vacío y una pena enorme. Incluso cuando escribo esto, la revivo. Y ese día, me sentí más sola que nunca.
¿Por qué nunca estuve segura? Porque sabía que iba a estar triste nuevamente. Sabía que iba a volver a sufrir y a sentirme mal. He tratado de mantenerme optimista, pero en estos momentos es muy difícil y tiendo a ver todo negro. Debe ser también porque no dependió totalmente de mí la desición. O porque me quedé con la sensación que siempre voy a ser defraudada, aunque sé que me van a decir que no es así. También porque sentía que no era para mí, a pesar del cariño y atracción que existía. Quizás fue lo correcto. No era el momento para los dos.
El asunto es que estoy triste, y mucho. No quiero que me digan que tengo que mantenerme optimista, que son cosas de la vida ni todo ese blah blah. Ya he escuchado harto de eso.
Sólo escribo esto como un desahogo.